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Los grandes temas de la niñez

Quino y su Mafalda jugaron una vez con el tema, padres e hijos se reciben el mismo día, en ese hacer camino al andar, muchas son las dudas a las que todos nos sometemos. La ciencia y las profesiones han avanzado abiertamente sobre los temas que podemos definir como los grandes temas de la niñez. No hay certidumbres, pero sí ventanas de abordaje. La licenciada María Emilia Rodríguez acepta el convite de Medicina & Sociedad para ir abordando algunas de esas cuestiones.
La psicóloga comienza con una afirmación, “decir siempre la verdad”, asegura antes de avanzar sobre otros temas. En la relación entre el mundo de los adultos y de los chicos, Rodríguez sostiene que la verdad no se expresa “si conviene o no, es la columna vertebral de todas las cuestiones. Obviamente la verdad acorde a la etapa evolutiva en que el niño está; la verdad es una sola, pero hay muchas formas de transmitirlas”.

El divorcio y esas cuestiones de los grandes
A modo de ejemplo explica que ante una separación o un divorcio se actuará “de acuerdo a la edad y cómo se haya llegado a esa separación”, de allí será “la forma en que se puede hablar con el chico, pero siempre, lo importante es decir. Lo que no se dice, el niño lo vivencia y no puede significarlo, porque si no hay nadie que le esté informando, orientando y diciendo qué es lo que está pasando”. Caso contrario, “puede recurrir a la fantasía y construir algo que no es real, hasta que aparezca el conflicto”.
Según la profesional, ante la ausencia de las respuestas, el niño las va a crear. “Cuando un chico pregunta es porque necesita respuestas; también hay que entender que no hay que adelantarlas, si un chico no pregunta, es porque no necesita saber todavía. Pero cuando el tiempo pasa y el niño no pregunta, puede ser que sea porque no está circulando la palabra como para preguntar; o cuando ha preguntado una o dos veces y se encuentra con el de eso no se habla, y no pregunta más. Si quiere saber por qué se separó la pareja, la respuesta es no importa, nos separamos”.
En esos casos de separaciones en la pareja, Rodríguez enfatiza la necesidad de plantear la verdad. Sostiene que “a veces no se le puede plantear a un chico una cuestión de infidelidad, pero si es un hecho consumado y evidente, se le puede decir que antes papá y mamá se querían mucho, pero uno de ellos conoció a otra persona, y eso es porque ya no nos queremos más como pareja, pero sí como personas. Todo eso se puede decir más allá de lo que uno sienta en esa situación. Una cosa es la pareja y otra son los hijos, hay que saber diferenciar al momento de hablar con ellos, los enfrentamientos que pudieran preexistir. Generalmente aparecen esas rivalidades, y los chicos terminan siendo un caballito de batalla. Por eso hay que decir la verdad, siempre toman algun elemento por el que pueden ver su realidad, la que se puede ver a través de su pensamiento mágico infantil y va a armar una fantasía, una realidad a media o verdad equivocada, que es una mentira”.

Sin fórmulas para la verdad
Rodríguez es clara, “no hay una forma de decir las cosas; hay una forma ideal, pero no siempre alcanzable. ¿Cómo transmitir un divorcio? Lo ideal es que se siente la pareja parental a hablar con el niño, que preparen el clima para poder conversar. A veces no es posible, porque el clima no es el ideal, entonces es uno de los padres el que habla, pero siempre evitando culpabilizar”, aunque efectivamente lo haya. Salvando esa situación, “ya llegará el momento en que él mismo saque sus propias conclusiones, y con elementos de la realidad adecuados a su edad pueda entender ciertas cuestiones”.
Ante las situaciones abordadas, siempre “responder todas las preguntas. Si en casa hay un ámbito donde circula la palabra y las cosas son dichas, el niño tiene la posibilidad de poder preguntar y de sacarse los interrogantes. Si no lo dice, las preguntas siguen estando, y las respuestas las debe sacar de algún lado, sin el diálogo y la comunicación, las puede responder desde lo equivocado. En una separación suele aparecer la confrontación, la culpabilidad, uno como adulto debe saber que al niño no lo beneficia esto de decir tu papá tiene la culpa o no me pasa la plata. Buscar que los régimenes de visita sean abiertos y flexibles, escuchar al niño, dónde y cómo quiere estar, de acuerdo a las posibilidades y respondiendo a los límites.
Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratón Pérez… y el rol de educar con el ejemplo
Hay temas propios de la fantasía y la ilusión que cuestan el abordaje de parte de los padres, como Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratón Pérez… ¿Cómo actuar en esas situaciones?
La psicóloga sentencia que se trata de “mitos de nuestra cultura occidental. Los Reyes derivan de la cultura religiosa, pero se han ido transformando desde otro lugar, más comercial. Papá Noel se viste de rojo de los años 30, con una propaganda de Coca, aunque hay muchos orígenes; así quedó instalado. Si está bien o mal tiene que ver con la cultura y la religión de cada familia, hoy está muy asociado a los regalos. Eso queda a criterio de cada familia, y a mi criterio considero no hay algo pernicioso en generarle a los chicos la expectativa y la ilusión que esas cosas existen. Eso tiene que ver con ese pensamiento mágico infantil, que recién empieza a decaer cerca de los seis años, y es entonces donde las variables de tiempo y espacio harán lo suyo para que el chico comience a cuestionar que Papá Noel no puede estar acá y en Europa al mismo tiempo”.
Pero inexorablemente llegará ese momento en que la pregunta ha sido inevitable, cuando el niño desea confirmar lo que ya supone. Rodríguez enfatiza que “hay que decirle la verdad, a los adultos nos puede doler más que a los chicos. Ya están preparados; un niño de tres años no tendrá dudas de la existencia de esos “héroes”, porque su pensamiento mágico así lo determina. Pero cuando crecen, y se dan cuenta que no le dijiste, observan una mentira”.
La profesional es tajante: “nada educa más que el ejemplo, los niños aprenden por imitación, entonces los padres somos los primeros grandes modelos identificatorios. Así, si predicamos ciertas cuestiones y no hacemos lo mismo; la mentira es una de ellas. Por eso es fundamental la verdad, siempre”.