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¿Por qué dos audífonos son mejor que uno?

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Susana Prada – Fonoaudióloga / Audífonos Uritone Bolívar

La incorporación de dos audífonos, principalmente proporciona un mejor entendimiento en los ambientes ruidosos.

La audición binauralle permite el poder identificar la dirección del sonido, proporciona una mejor calidad del mismo, suministraun tono de calidad más suave, facilita un mayor alcance auditivo, permite identificar mejor le tipo de sonido, ayuda a mantener a sus dos oídos activos, produce menor cansancio y proporciona una experiencia más placentera y brinda una sensación de balance auditivo.

En definitiva, dos audífonos otorgan mayor comodidad al escuchar sonidos fuertes.
Limpieza y Mantenimiento

Los audífonos son durables y pueden soportar el desgaste y la manipulación normal, no son indestructibles. La mayoría de las reparaciones de instrumentos de audición se deben a daños por humedad y la acumulaciónde cera de los oídos. Después de unos pocos pasos simples y cotidianos, se alargará la vida y el servicio de sus audífonos.

Cuidado diario recomendado

Después de retirar el audífono del oído al final de cada día, la superficie exterior debe limpiarse cuidadosamente con un paño limpio, suave y sin pelusa o con toallitas húmedas de limpieza diseñado para audífonos. No permita que penetre el agua u otro líquido en cualquiera de las aberturas en el instrumento auditivo.

Inspección personalizada

Inspeccione el extremo del canal del oído del audífono para cualquier acumulación de cera. Con la herramienta suministrada con el audífono, quite cuidadosamente la cera de alrededor de la salida de sonido.Tenga mucho cuidado de no empujar la cera en la apertura o insertar la herramienta y profundizar la apertura. Con el extremo del cepillo, quitar la suciedad mientras sostiene el instrumento con la salida del sonido hacia abajo para que la cera floja caiga lejos del instrumento.

Para los audífonos retroauriculares

Son los que se colocan detrás de la oreja. Retire el tubo de sonido en el cuerpo del instrumento, siguiendo las indicaciones detalladas en el manual de instrucciones que acompañaban al audífono. Utilice la varilla de limpieza (incluida con el audífono) para limpiar el tubo de sonido. Ligeramente «empujar» la varilla de limpieza a través del tubo de sonido, insertar en la abertura por donde se conecta al cuerpo del instrumento. Limpie con cuidado todos los componentes con un paño limpio, suave y sin pelusa o con toallitas húmedas de limpieza diseñados para audífonos.

¿Cómo elegir un audífono?

Es posible que necesite un audífono si:

… Su audiencia le frustra cuando conversan con sus familiares o amigos.
… Su pareja le dice que a menudo tienen que repetir lo que dicen.
… Su incapacidad para oír cosas te ha causado alguna molestia.
… Usted tiene dificultad para oír la televisión o la radio a un volumen normal.
… Estás preocupado de que sus problemas de audición dificultan la vida social.
… Que asisten a los servicios religiosos o actividades en grupo con menos frecuencia debido a su problema de audición.
… Es difícil para que usted pueda escuchar o entender cuando alguien te habla en un susurro.
… Usted siente que está afectada por un problema de audición.
… Su audiencia crea dificultades cuando usted visita un restaurante con amigos o familiares.
… Tiene zumbidos en los oídos que no va a disminuir.

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¿Cómo elegir el audífono adecuado?
Actualmente al momento de decidir la compra de un audífono nos encontramos con el desafío de seleccionar entre una gran cantidad de opciones, que combinan: tamaño, diseño, estética o tecnología, entre otras características.
Por eso les ofrecemos esta guía para saber qué factores deben tener en cuenta a la hora de elegir su dispositivo de ayuda audiológica:
Tipo de pérdida auditiva: cada persona es única, al igual que su problema auditivo. La necesidad de amplificación es una característica determinante a tener en cuenta.
Fisonomía: el tamaño y forma de su conducto auditivo, deben ser considerados al elegir el tipo de audífonos que podrá utilizar.
Estilo de vida: es de gran importancia tener en cuenta las actividades que realiza frecuentemente y con ellas, las exigencias auditivas de su vida social y/o profesional, de esta manera se podría evaluar cuales son los ambientes habituales en los que se encuentra para considerar los distintos aspectos tecnológicos con los que deben contar los audífonos para obtener así la mejor respuesta auditiva.
Tecnología: las combinaciones tecnológicas que usted necesite dependerán de su estilo de vida:
– Básica, la tecnología básica son dispositivos de programación manual, recomendado para estilo de vida tranquilo.
– Media, son dispositivos de calibración por computadora, con varias memorias que se adaptan a los diferentes ambientes en que se encuentra.
– Alta, poseen varias memorias, micrófono direccional automático, reductores de ruido, resistencia a la humedad, varios canales de programación, que le permiten escuchar mejor en distintos ambientes ruidosos.
Resistencia al agua: Es recomendable proteger siempre al dispositivo de la humedad, con un kit de secado, para alargar la vida útil del audífono. Los audífonos más sofisticados cuentan a demás con una película protectora contra la humedad.
Recuerde que debe realizar los estudios previos (audiometría y logoaudiometría) y contar con la ayuda de un profesional para la selección final del dispositivo auditivo.

Mucho más que oír: diagnóstico, aprendizaje y socialización

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Perla Lopardo es fonoaudióloga. Entre las actividades que realiza se encuentra la de observar a los niños en las instituciones educativas y en su actividad privada. Desde Medicina & Sociedad se la convocó para poder analizar el acercamiento de su profesión a la niñez.
La profesional da cuenta de un proceso que sufrió en ella una profesión en la que “podés trabajar desde que nacen hasta la vida adulta, con diferentes patologías”. Su pareja, el odontólogo Pablo León resignificó su mirada. Él es ortodoncista, y colaborando “me fui especializando en chicos”, “aprendí todo lo que tiene que ver la rehabilitación, respiración, deglución y demás. Después me quedé más con los chicos, con tartamudez, lenguaje, hasta que un día me picó el bichito de hacer audiología, que es lo que más me gusta y lo que más hago en consultorio”. Paralelamente actúa como fonoaudióloga de distrito en el sistema educativo, “donde ahí sí trabajo con chicos de tres a cinco años, haciendo prevención. Hacemos diagnóstico y derivación, no podemos hacer tratamiento porque somos dos fonoaudiólogas para todo el distrito, y le hemos agregado la parte de prevención, que es donde se le abre los ojos a los padres, donde hablamos desde adquisición del lenguaje, de lo favorecedor o no que es la eliminación de hábitos, les hablo un poco de respiración y prevención de audición, más ahora cuando se ven demasiadas patologías, con chicos que están desconectados, aislados, sin amigos… a veces no es nada, sino una manera de ser”.
Otra cuestión es “cuando tenés chicos de tres años que no hablan o no se los entiende; respecto al lenguaje yo les cuento a los padres que a los tres años, como sea, el niño tiene que hablar, que los cercanos le entiendan; que a los cuatro años le entiendan todos, aunque diga mal las cosas, y que a los cinco hable bien”, asegura Lopardo.
La fonoaudióloga explica que “como el lenguaje se aprende por imitación, siempre es importante usar la palabra correcta, por más que digan algo muy gracioso, le haces escuchar cómo se dice. No hay que corregir, porque lo hace a propósito para llamar la atención o se niega a hablar, entonces hay que actuar con cautela porque están adquiriendo el lenguaje, y dentro de ello está la otra cuestión, ¿escuchan bien?. Porque si no escucha, y se aprende por imitación, estamos ante un problema”.
Desde hace un tiempo, por ley, es obligación realizar estudios auditivos a los recién nacidos. Allí, “el problema está en que no se lo controla más; lo que yo insisto es que los controles se hagan de rutina, que se repitan cada dos años”, porque “cuando vas al especialista es cuando ya no oís, y ya es tarde, si vas a tiempo, por ahí ni llegás a un audífono y podés hacer otras cosas”.
Paralelamente pretende alertar acerca de los hábitos, como el “uso del chupete, pañal o mamadera más allá de lo que deberían. Además de interferir en la dentición, es decir la formación de dientes y del paladar, de cómo van a tragar y alimentarse, afecta al lenguaje también. Las mamás a veces les sacan el pañal de día, entonces se manda un doble mensaje, el chico entiende que es grande de día y bebé de noche”. Entonces machaca: “siempre un solo mensaje”, y automáticamente asegura que “una mamá me dirá: tengo que lavar sábanas, y sí, porque cada logro de nuestros hijos es un sacrificio nuestro, porque cuando le sacás el chupete estarás un tiempo contándole cuentos. Lo mismo con la mamadera”, plantea, ya como mamá.

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Estancar el desarrollo

Lopardo afirma que no actuar puede tener implicancias futuras que afectarán el normal desarrollo, “lo estancás”, asegura. “El desarrollo implica todo lo social, lo intelectual, lo que tiene que ver con el aprendizaje. Un nene que se da cuenta que habla mal, puede suceder que es súper superado y no le pase nada, o lo más frecuente, que se retraiga, entonces se aísla. Un nene que toma la mamadera no va a ir a jugar a lo del amigo, si usa pañal no va a dormir a lo de la abuela, porque sabe que está mal. Porque además se lo dice la mamá”, volviendo a insistir con la necesidad de evitar los dobles mensajes.
Esos son los problemas que intentan abordar desde el sistema educativo, trabajando en detección temprana, junto a una asistente social. Esa escasez de recursos hace que se elabore “red con instituciones fuera de lo escolar, con el CRIB, SEAT, psicólogos, pediatras y fonoaudiólogas. Para derivar vemos a quiénes y después realizamos un seguimiento; la idea es que ingresen a primer grado sin ningún tipo de dificultad”.
Casi en soledad, expresa que “a veces consideran que somos exageradas, y si no pronuncia la r, no habrá ningún problema. Pero si ese chico tiene la feliz idea de estudiar locución, le arruinamos la vida, porque tiene que reeducar de grande y es mucho más difícil”. Del otro lado están las sobrepreocupaciones de algunos padres. Lopardo relata que “han venido papás con un nene de tres años porque no pronuncia la r, hay que dejarlo en paz, porque no está preparado para reproducir la r”, ante lo cual no queda más que esperar la maduración apropiada.

Males de hoy

 Los niños híper conectados realizan un uso temprano de auriculares. “A eso lo llamamos contaminación auditiva”, dice Lopardo. Aclara “que por tener algo en el oído no pasa nada, el tema es el volumen que usan, que generalmente es muy alto”.

Su gravedad es comparada a los efectos producidos en un tractorista. Exponer durante años al auricular, produce daños al oído. ¿Qué hacemos?. “Si trabajás en ambientes ruidosos tenés que usar protección auditiva; te lo tiene que dar tu empleador, si no lo hace, podés comprar los tapones de silicona en la farmacia, podés hacerlos a medida eso es lo ideal-, y si no algodón con vaselina. Si usás auricular, empezá a bajar el volumen; lo mismo en casa, no podés tener la compu, la tele y la música encendida, todo castiga al oído”, aunque parezca inofensivo.
Una forma fácil de diagnosticar es en los niños el volumen de la televisión, “si se lo empezás a bajar y él escucha, es porque escucha bien”. A lo que agrega de inmediato, “padre que sospecha, chico que no escucha”.

 

Siguen los prejuicios sobre la discapacidad auditiva

La pérdida de audición sigue percibiéndose como una afección que afecta a las personas mayores, aun cuando datos por todo el mundo dicen otra cosa. Esta errónea apreciación hace que la discapacidad auditiva sea difícil de sobrellevar tanto socialmente como por supuesto laboralmente.

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El informe anual de 2008 de la asociación nacional sueca de discapacitados auditivos, Hörselskadades Riksförbund, HRF, confirma que siguen existiendo prejuicios sobre la pérdida de audición. Los prejuicios persisten entre otras cosas por los propios discapacitados auditivos que prefieren negarse a aceptar su afección. Suelen actuar como si simplemente tuvieran algún problemilla para oír, ya que sólo las personas mayores tienen una pérdida de audición verdadera.
Según el informe, dos de cada tres suecos con pérdida de audición no han acudido a ningún profesional en busca de ayuda. Casi la mitad de este grupo con discapacidad auditiva padece una pérdida de audición desde hace más de diez años. Muchos de los discapacitados auditivos evitan hablar abiertamente de su problema de audición ya que temen la reacción de los demás.

Problemas en el trabajo
Las consecuencias de no ser sincero respecto a la pérdida de audición que se padece se hacen evidentes en el lugar de trabajo. Según el informe, dos de cada tres personas con discapacidad auditiva nunca han hablado abiertamente sobre su problema de audición en el trabajo. En el sector privado, un elevado 70 por ciento de las personas con pérdida de audición lo mantiene en secreto.
Por otro lado, el informe del HRF señala que las empresas hacen muy poco para ayudar en lo posible a los empleados con discapacidad auditiva. Los problemas de audición rara vez tienen un lugar destacado en las evaluaciones laborales y las revisiones de audición regulares u obligatorias entre los empleados son inusuales. El informe pone de manifiesto que para crear una mayor conciencia sobre la pérdida de audición es necesario que varias partes se involucren, si las personas con pérdida de audición quieren evitar sufrir socialmente por su afección.

Ser discapacitado auditivo es agotador

No resulta extraño que una persona con discapacidad auditiva se sienta exhausta. Necesitan emplear energía adicional tan solo para concentrarse en oír.
La mayoría de las personas con discapacidad auditiva reconocen que están agotadas después de estar en compañía de otras personas, tanto si salen con amigos como si están en el trabajo. Gastan mucha energía para poder seguir las conversaciones, una energía que no emplean aquellas personas sin problemas auditivos.

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La energía se agota
La persona con discapacidad auditiva tiene que usar más energía que una persona con audición normal para distinguir los sonidos y filtrar el ruido de fondo de las conversaciones.
Existen muchos factores que influyen dependiendo de la situación, si está oscuro y puede o no ver bien a la persona que habla, si hay mucha gente hablando al mismo tiempo, si la acústica es buena, etc. Las personas con discapacidad auditiva no nacen con más energía que los demás, por lo que no es de extrañar que se queden sin energía antes. Sería parecido a lo que le ocurre a una persona con audición normal que se tiene que concentrar mucho para llevar una conversación en un idioma extranjero, que aunque lo conoce, no lo domina del todo.

Recuerde: De a sus oídos un respiro
Pia Mikkelsen, secretaria de la asociación de discapacitados auditivos danesa, Høreforeningen, recomienda a las personas con discapacidad auditiva que se den un respiro de vez en cuando a lo largo del día. Durante estos descansos pueden recargar un poco las energías.
Una buena estrategia es darse cuenta de que se tiene una discapacidad auditiva, se utilizará más energía si no se reconoce la discapacidad y puede ser ventajoso también que las personas del entorno lo sepan. De este modo, se evitará usar más energía de la que se tiene y no se tendrán que emplear los fines de semana y las vacaciones tan solo para recuperarse.
Una persona con discapacidad auditiva agota el 50 por ciento de su energía en comunicarse durante el día, mientras que aquellos con audición normal solo emplean el 5 por ciento.

Cata desde el punto de vista médico

Manuel Flores es especialista en nariz, garganta y oído. Es uno de los médicos que conoce la historia de Cata Martínez. Se le pidió pueda explicar desde su especialidad cuáles son las características de su padecimiento.
La pérdida de audición es uno de los problemas sensoriales más comunes, entre el 1 y 3 por mil de los recién nacidos puede padecerlo. Por Ley 25.415, reglamentado por el Decreto 469/2001, se ha creado el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia.


Flores define que con Cata se produjo una Hipoacusia Neurosensorial Profunda, congénita, “de detección tardía”. Las hipoacusias se clasifican como prelingual, perilingual y postlingual. “Los implantes cocleares son importantes en el período previo a la adquisición del lenguaje, pero paradógicamente, dan mejores resultados en quienes tienen ya adquirieron un lenguaje, porque tienen memoria auditiva de sonidos y palabras”.
Una cuestión que enfatiza el médico es el de “la buena evolución del implante”, dependiendo del “tiempo que estuvo sin estimulación auditiva”. Explica que las recomendaciones para el implante “se basa en pacientes que han tenido normales respuestas con audífono, los que tienen hipoacusia nerurosensoriales, es decir el oído interno”. Así, todas las problemáticas de transmisión, que son externas, pueden ser intervenidas.
“Generalmente el paciente que no tiene buena respuesta al audífono, está indicado el implante coclear dice Flores- generalmente a partir de los 12 meses de edad, aunque en España lo recomiendan antes”. El imparte coclear, manifiesta, “consta de varias partes. Un receptor, que va en la parte externa, generalmente sobre el hueso. Además un mecanismo traductor, un electrodo que se coloca dentro de la coclea, que termina traduciendo lo que hacía el oído interno, los impulsos acústicos en eléctricos, se puede decir que suplanta la coclea”. Se estima que alrededor de 220.000 pacientes han recibido implantes desde 2010 a la actualidad.
El médico interpreta que “un paciente hipoacúsico está aislado socialmente, porque no tiene relación con el medio o prefiere evitar situaciones para no sentirse aislado en lugares donde el sonido externo, el bullicio, no le permita tener una buena recepción auditiva”.
Respecto a las respuestas del audífono, Flores insiste con que “se trata de un amplificador de sonido, en cambio el implante es un traductor. Hoy los audífonos tienen la posibilidad de amplificar determinados sonidos, disminuyendo ruidos para que llegue más limpio; antes producían una amplitud de todo el espectro, por lo que generaban más bullicio”. En el caso de Cata, el audífono ha producido una mala respuesta, “entonces el implante es la indicación precisa, principalmente teniendo en cuenta entre la edad, porque entre los dos y seis años es el punto máximo de desarrollo del lenguaje, sin estimulación no se desarrolla su lenguaje”. De no implementarse, su inclusión social “sería pobrísima, porque su plasticidad actual le permitirá incorporar su vocabulario, más desarrollo y más capacidad intelectual”.
La historia del implante coclear en Argentina no es nuevo. “Nosotros hicimos el primer implante en el San Martín en 2006, antes se hacían en privado y con pacientes seleccionados. En 2004 nos decían que los implantes se hacían a partir de los cuatro años, y hoy se están haciendo desde el primer año”, lo cual representa los rápidos avances en la materia. “En algunos lados ya hacen implantes bilaterales, en ambos oídos, porque eso produce la esteroacusia e identificar la fuente de sonido”, dice al enumerar una larga serie de progresos técnicos que arrancan con “los electrodos de un solo canal en los 70´s, hoy están trabajando con 22 canales”.
Flores destaca que la accesibilidad a las tecnologías de punta son dispares, “aunque hay ciertos lugares donde se deberían hacer responsable de esto, sean prepagas o el Estado, para eso hay una Ley”.
Flores destaca los avances en Argentina respecto a los implantes, pero enfatiza que deben ser tratamientos multidisciplinares, donde “está el médico que opera, la psicóloga, fonoaudiólogas, neurólogas, porque la activación del equipo no es inmediata, hay que esperar que cicatrice, que se le vayan abriendo los canales de a poco”.

Una Camiseta para Cata

Catalina Martínez tiene seis años y debe someterse a un implante coclear para que pueda oír, incorporar vocabulario, iniciar su escolarización primaria y mejorar su calidad de vida. Un bono contribución ayudará a su familia. 

“Cata” Martínez es hija de César Martínez y Natalia Mansilla. Su caso ya es conocido, por lo tanto, Medicina & Sociedad ha decidido apoyar la campaña “Una camiseta para Cata”.
A los tres años de edad a Cata se le detectó una hipoacusia. Después de todos los estudios, pruebas, aplicación de audífonos, sus problemas se agravan, llegando a perjudicar la totalidad de su oído derecho. La solución es la aplicación de un implante que simule la comunicación entre el oído y el cerebro.
Efectuados todos los estudios, evaluados las distintas alternativas, se determinó que un implante coclear era lo adecuado. Dentro de las escasas alternativas que otorga la medicina en el mundo, el mercado científico ofrece tres opciones, cuyos valores en dólares- dependen de la credibilidad, el desarrollo, la eficacia y los niveles de desarrollo alcanzados.
La decisión de la familia, y la coordinación médica, resultan centrales. El implante se realiza con conexiones intercraneanas (dentro de la cabeza de la nena). Por ende, tomar la decisión correcta es un gran desafío.
El paso subsiguiente a salvar fue el de la cobertura médica. La familia de Cata logró acuerdos con su prepaga, pero para acceder al implante de última tecnología, debieron afrontar gastos por su cuenta.
Además, Cata ya está viajando una vez por semana a Buenos Aires para preparar los preoperatorios, y luego de su intervención, deberá continuar hasta aproximadamente el mes de julio de 2013 con esos viajes, ya postoperatorios.
Para cubrir todos esos gastos, es que se ha organizado la campaña en mención. Un tío del corazón, Mauricio “Miyo” Moreno, gestionó una camiseta de la Selección Argentina de Fútbol ante la AFA. Uno de sus empleados, sensibilizado por el tema, gestionó la firma de los jugadores que disputaron el amistoso de nuestra selección con su par de Alemania en Frankfort, un hecho prácticamente inviable. La misma será sorteada el 30 de noviembre por Lotería Nacional. Se implementa a través de un bono con un valor de 30 pesos, con un mil números en juego. La misma se puede solicitar al 2314 15 412133 o a través de los promotores autorizados.
Cata “lo único que siente son ruidos muy fuertes a través de su audífono”, dice su papá. El 99% de su oído derecho está perdido, y parte del izquierdo se encuentra comprometido. Por lo que “el implante comenzará” esa pérdida.
La niña está escolarizada, el año que viene debe ingresar a Primaria. El vocabulario que ha adquirido es gracias al tiempo en que pudo escuchar, ahora podrá alcanzar su máxima inserción social. A partir de su implante, las posibilidades de Cata se potencian, como también las tecnologías que puedan ayudarla.
La intervención se realizará en Junín a cargo de un especialista internacional, del Dr. Daniel Orfila.

 

Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia

La Ley 25.415 crea el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia. La misma fue creada en 2001 y promulgada el mismo año.
Por la misma se establece que “todo niño recién nacido tiene derecho a que se estudie tempranamente su capacidad auditiva y se le brinde tratamiento en forma oportuna”. Especifica que “será obligatoria la realización de los estudios que establezcan las normas emanadas por autoridad de aplicación conforme al avance de la ciencia y la tecnología para la detección temprana de la hipoacusia, a todo recién nacido, antes del tercer mes de vida”. A su vez, “las obras sociales (…) deberán brindar obligatoriamente las prestaciones establecidas en la ley”, incorporadas al Programa Médico Obligatorio, “incluyendo la provisión de audífonos y prótesis auditivas así como la rehabilitación fonoaudiológica”.
Según su articulado, entenderá “todo lo referente a la investigación, docencia, prevención, detección y atención de la hipoacusia”, coordinando con “las autoridades sanitarias y educativas (…) las campañas de educación y prevención” que atiendan a la “concientización sobre la importancia de la realización de los estudios diagnósticos tempranos”, capacitación de recursos humanos, realización de estudios estadísticos.

Demasiado ruido causa daño

La pérdida de audición inducida por ruido ocurre cuando las células ciliadas auditivas, las células sensoriales del oído interno sufren lesiones provocadas por la exposición a sonidos demasiado fuertes durante un tiempo prolongado. Pero ¿cuando el ruido es demasiado ruido? Y ¿cuándo empieza el ruido a causar daño?.
Las respuestas están relacionadas: cuanto más fuerte sea el sonido, menos tiempo tardará en causar una pérdida auditiva.

¿Cómo se mide el sonido?
El sonido se mide en unidades llamadas decibeles o decibelios. Los decibeles se comienzan a medir en cero que corresponde casi a un silencio total y es el sonido más débil que nuestros oídos pueden notar. Para que tenga una idea, un susurro (secreto) mide 30 decibeles y una conversación normal mide 60 decibeles. En decibeles un incremento de 10 significa que el sonido es 10 veces más intenso o potente. Esto es 10 veces más fuerte para el oído. El sonido de la sirena de la ambulancia mide 120 decibeles. Los sonidos que llegan a 120 decibeles causan dolor de oídos cuando estamos muy cerca de ellos.
Los científicos consideran que, dependiendo del tipo de ruido, la intensidad o fuerza misma de las vibraciones causadas por los altos niveles de decibeles pueden provocar pérdida de audición. Estudios recientes también demuestran que estar expuestos a niveles de ruido dañinos desencadena la formación de moléculas en el interior del oído que lesionan las células ciliadas auditivas. Estas moléculas destructivas juegan un papel importante en la pérdida de audición que sufren en niños y adultos que escuchan ruidos fuertes durante mucho tiempo.

¿Cómo la duración del sonido aumenta el riesgo de tener pérdida de audición inducida por el ruido?
La pérdida de audición inducida por el ruido está relacionada con el nivel de decibeles de un sonido y por cuánto tiempo estamos expuestos a éste. La distancia entre nosotros y la fuente de sonido también es importante. Los sonidos se hacen más fuertes a medida que nos acercamos a la fuente y más débiles a medida que nos alejamos de ella. Al estar lejos del sonido, su intensidad y la posibilidad de provocar daños son mucho menores. Además, el impacto del ruido se va acumulando a lo largo de la vida. Si usted está expuesto a sonidos fuertes regularmente, con el paso de los años se acumula el riesgo de tener lesiones permanentes.
La pérdida de audición inducida por el ruido también tiene que ver con los genes de la persona. Algunas personas son más propensas que otras a la pérdida de audición inducida por el ruido cuando escuchan ciertos sonidos. Los científicos están investigando como determinar quien corre un riesgo mayor de pérdida de audición inducida por el ruido y quien corre menor riesgo. Por esta razón, todos debemos proteger nuestra capacidad auditiva cuando estamos expuestos a ruidos fuertes.
Los investigadores que estudian la pérdida de audición en el trabajo han hallado que una persona que está expuesta a niveles de ruido de 85 decibeles o más o un período de tiempo prolongado corre el riesgo de sufrir pérdida de audición.
Hoy en día muchos aparatos que usan los niños tienen niveles de ruido muy por encima de 85 decibeles. Por ejemplo, un reproductor de música MP3 tiene un nivel máximo de cerca de 105 decibeles. Ese nivel es 100 veces más intenso que los 85 decibeles. Los científicos recomiendan que no se exponga a sonidos mayores de 100 decibeles por más de 15 minutos sin tener protectores de oídos. Además la exposición constante a sonidos de 110 decibeles por más de un minuto sin protección aumenta el riesgo de pérdida permanente de audición.

¿Cómo puedo disminuir la posibilidad de la pérdida de audición inducida por ruido?
Sus oídos pueden ser el mejor sistema de alerta sobre ruidos que podrían llegar a ser peligrosos. El ruido es demasiado fuerte cuando:
* Usted tiene que alzar la voz para que alguien que está cerca lo escuche.
* Causa dolor de oídos, se desarrolla un zumbido o silbido en los oídos, así sea temporalmente.
* No escucha como normalmente lo hace, sino varias horas después de alejarse del ruido.
* Protéjase si está cerca de ruidos que activan su sistema de alerta.

Para evitar la pérdida de audición inducida por el ruido:
* Use protectores de oídos, ya sea tapones u orejeras.
* Aléjese de la fuente de ruido.
* Baje el volumen.

La vida cotidiana de una pérdida auditiva

En muchos aspectos, la vida cotidiana de las personas con pérdidas auditivas es idéntica a la de las personas con una audición normal. El día tiene su ritmo propio, con quehaceres, citas y tareas. De vez en cuando, uno tiene mucha energía, mientras que otras veces, uno se puede sentir cansado.

La diferencia es que, para las personas con pérdidas auditivas, el comunicar con el resto del mundo requiere que hagan un esfuerzo extraordinario. Esto se debe a los esfuerzos adicionales que tiene que hacer la persona para poder oír lo que se dice.

Además, hay que aprender a vivir con los prejuicios que imperan en la sociedad sobre las pérdidas auditivas. Ambos aspectos hacen que el tener una pérdida auditiva sea exigente, tanto para el cuerpo como para el espíritu.
Por ello, es natural que las personas con pérdidas auditivas se tropiecen con problemas que es necesario solucionar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que siempre será más fácil solucionar un problema cuando la persona que lo tiene lo admite y cuando explica a las personas que le rodean qué pueden hacer para ayudarle.

Si puede, utilice un intérprete

A menudo, podría ser una buena idea – tanto para la persona con una pérdida auditiva, como para las que le rodean – obtener la ayuda de un profesional, para que no siempre tengan que ser los familiares o amigos los que se encarguen de ayudar.

Sus propias reacciones

Las pérdidas auditivas son un fenómeno muy común. Aproximadamente el 10% de la población mundial tiene una audición reducida.

Los audífonos digitales pueden ayudar a las personas con pérdidas auditivas a oír mejor. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que la habilidad de comunicar sin problemas con el resto del mundo no es igual que la de las personas con una audición normal.

Los esfuerzos adicionales necesarios que conlleva el tener una pérdida auditiva, en combinación con las reacciones propias y ajenas a la pérdida auditiva, pueden ser exigentes física y mentalmente.

Por ello, es muy normal que las pérdidas auditivas resulten en una serie de problemas psíquicos. En algunos casos, estos problemas pueden acabar convirtiéndose en crisis personales de mayor o menor importancia, si no se hace nada para solucionarlos.

En nuestro diccionario podrá leer más sobre las reacciones emocionales hacia las pérdidas auditivas y cómo enfrentarse a estas emociones del mejor modo posible.

Lea sobre los sentimientos típicos, como por ejemplo: el aislamiento, la vergüenza, la culpa y la depresión.

El que manda es usted

Las pérdidas auditivas son precisamente eso: pérdidas, y conllevan limitaciones. Pero, aunque le pueda resultar difícil, deberá asegurarse de que dicha pérdida no acabe controlando toda su vida. Los esfuerzos para oír requieren gran parte de la energía diaria de la persona.

La tensión muscular

Los esfuerzos para oír que tienen que hacer las personas con pérdidas auditivas podrían resultar en tensión muscular en la nuca y el cuello.

Sea franco y explique que tiene una pérdida auditiva

El ser franco y explicar a las personas que le rodean que tiene una pérdida auditiva será beneficioso para Ud. No intente ocultar que su audición no es normal. Para que las personas que le rodean puedan ayudarle y mostrar consideración, es necesario que sepan que Ud. no oye bien.

Pida ayuda en situaciones de escucha difíciles – seleccione unas personas en las que Ud. confíe, tanto en su vida privada, como en el trabajo, para que éstas le puedan ayudar.

Los grupos de autoayuda

La participación en grupos de autoayuda representan una buena alternativa para facilitar la vida con una pérdida auditiva, ya que el hablar con otras personas que hayan tenido las mismas experiencias que uno mismo, puede contribuir a reforzar la autoestima.

Ud. y las personas que le rodean

El que la comunicación sea un éxito es una responsabilidad común, incluso en los casos en los que ésta tenga lugar entre personas con una audición normal y personas con pérdidas auditivas.

Por ello, si Ud. tiene una pérdida auditiva, hay varias cosas que podrá hacer para ayudar a las personas que le rodean a que le apoyen lo mejor posible. Un buen punto de partida sería que Ud. sea franco sobre su pérdida auditiva y que informe a las personas que le rodean de sus necesidades de audición. De este modo, participará activamente en la lucha contra algunos de los prejuicios que existen en relación con las pérdidas auditivas. Con frecuencia, el problema es que las personas con una audición normal no tienen conocimientos suficientes sobre qué significa tener una pérdida auditiva y cómo pueden ayudarle del mejor modo posible.

Siga preguntando hasta estar seguro

Sería una buena idea preguntar, para que así pueda Ud. estar seguro del tema de conversación. El mejor modo de evitar malentendidos es asegurarse de que uno haya entendido lo que se ha dicho. Para ello, lo mejor es hacer preguntas. Las personas con una audición normal también preguntan si no entienden lo que se dice.

Por otra parte, las personas con una audición normal podrían ayudarle con palabras clave para que Ud. pueda participar en la conversación, ya que dichas palabras contribuyen a facilitar la comprensión.

Reúnase con personas que conozcan sus problemas

Las personas con pérdidas auditivas pueden ayudarse mutuamente. Sería una buena idea compartir experiencias y consejos con otras personas que conozcan los problemas por sí mismas. Ud. tiene derecho a poder entender lo que se dice.

 

¿Cómo sé si oigo bien?

La mayoría de las pérdidas auditivas ocurren de manera gradual, de tal forma que los síntomas resultan a menudo difíciles de reconocer. La gente empieza por subir el volumen de la televisión, o pedir a las personas que le repitan lo que ya le han dicho. Tienden a olvidarse de cómo suenan los sonidos. Empiezan a vivir en un mundo más silencioso, sin darse cuenta de que no perciben los sonidos más suaves de la vida cotidiana, como la lluvia o el canto de los pájaros.
Generalmente esta pregunta es contestada primero por su familia. Ellos son los que comienzan a darse cuenta de que usted no está oyendo bien, ya que se aísla en las reuniones o no contesta cuando se le habla.

Síntomas de una pérdida auditiva

  • Parece que las personas hablan entre dientes
  • Tiene que esforzarse en oír cuando alguien habla o susurra
  • Tiene dificultades para oír cuando alguien le llama por la espalda o desde otra habitación
  • Necesita mirar los labios de la persona que habla para poder seguir una conversación
  • Le resulta difícil seguir una conversación cuando se encuentra entre un grupo de personas, por ejemplo en una reunión, en la iglesia o en una conferencia
  • Tiene que subir el volumen de la TV o de la radio
  • Tiene problemas para oír bien por teléfono
  • Tiene problemas para oír en el teatro, cine, u otros lugares de entretenimiento
  • Le resulta difícil oír en entornos ruidosos, por ejemplo en un restaurante o en un coche
  • Está limitando su actividad social debido a una dificultad de escucha y de comunicación.

¿Cómo me doy cuenta si estoy negando mi problema auditivo?
Una persona piensa de la siguiente manera en esa situación:

  • yo escucho bien, sólo es que la gente murmura, no habla claro
  • yo tengo problemas porque el lugar es ruidoso, si no, escucho bien
  • escucho lo que necesito escuchar, sólo que a veces pido que me repitan la pregunta.
  • me tengo que concentrar un poco más
  • no es tan malo como para utilizar audífonos
  • si empeora mi audición, pediré ayuda.

¿Cuáles son las consecuencias de negar mi problema auditivo?
Si continúa negando su problema auditivo puede transformar su vida social en un espiral descendente. Estas son las consecuencias más comunes que podría tener:

  • dejar de realizar sus actividades favoritas
  • evitar toda situación que le pudiera provocar dificultad para escuchar
  • peder su dinamismo
  • perder tolerancia hacia sus seres queridos
  • alejar de usted a sus familiares y amigos
  • transformarse en una victima por su decisión de no hacer nada por resolver el problema.

¿Cómo asumo y acepto mi problema?
El primer paso es admitirlo y hacerle saber a sus seres queridos que tiene dificultad para comunicarse. Aceptar:

  • que tiene un problema auditivo irreversible y esto afecta su vida de relaciones
  • que los medicamentos no le devolverán la audición
  • que sus familiares, amigos o compañeros ya saben que usted tiene un problema de audición
  • que la única solución que usted tiene es buscar ayuda profesional y, si es necesario, utilizar audífonos.