Por Lara López Curtio
Llega el mes de octubre y con él se simboliza una historia colectiva de lucha. Se trata de una trayectoria que tiene como protagonistas no sólo a las mujeres sino que junto a ellas caminan también hombres, niños y niñas. La palabra cáncer, que para muchas personas puede sonar lejana e incluso temerosa, para otras se convierte en un desafío más que la vida les pone delante.
Según el Instituto Nacional del Cáncer que depende del Ministerio de Salud de la Nación, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres.
Hablar del cáncer, nombrarlo sin miedo, no sólo genera un acompañamiento a quienes lo padecen sino que también colabora con una mayor conscientización para las mujeres en general. Instalar el tema en la agenda cotidiana es fundamental ya que la prevención, la detección temprana de los tumores, vuelve a la posible portadora más propensa a sanarse.
Lo primero que se recomienda desde el INC es llevar una vida saludable, es decir, no fumar, evitar el consumo de grasas, realizar actividad física y moderar el consumo de alcohol. A esto se le agrega que las terapias de reemplazo hormonal y la exposición excesiva a rayos x también aumentan el riesgo de contraer cáncer de mama.
Si bien todas las mujeres, sin excepción, tienen posibilidades de desarrollar cáncer de mama, existen determinados factores que requieren especial atención en este sentido:
- Ser mayor de 50 años
- Antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad benigna (no cancerosa) de mama.
- Antecedentes familiares de cáncer de mama.
- Tratamiento con radioterapia dirigida a la mama o el pecho.
- Tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona.
- Menstruación a edad temprana.
- Edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.
Quienes no reconozcan en sus situaciones personales estos factores de riesgo deben, no obstante, tener en cuenta una serie de consejos como por ejemplo el revisarse cada mes a partir de la primera menstruación, esto es, tocarse el pecho con la mano contraria al mismo, la otra va detrás de la cabeza, entre el quinto y décimo día del período. Este autoexamen resulta importante porque permite conocer el cuerpo y ante la presencia de alguna anomalía visitar al médico inmediatamente. Se recomienda también que absolutamente todas las mujeres se realicen una mamografía anualmente a partir de los 40 años.
No sólo se puede planificar una vida saludable para prevenir el cáncer de mama sino que, en caso de contraerlo, no se deben perder las fuerzas para tomar una respuesta activa y así aumentar las chances de curación, como también reducir la agresividad de cada tratamiento.
Es importante conocer como sociedad que el cáncer de mama puede sobrellevarse e incluso se puede sobrevivir a él y que la conscientización es trabajo de cada una de las personas que se permite hablar, informarse e e informar sobre ello para poder así mejorar la salud de las mujeres.
Fuente: Instituto Nacional del Cáncer- Ministerio de Salud de la Nación.