Archivo diario: 22 octubre, 2012

Día Mundial de la Osteoporosis

El Día Mundial de la Osteoporosis se celebra el 20 de octubre de cada año y es el lanzamiento de la campaña anual dedicada a concientizar sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la osteoporosis y las enfermedades óseas metabólicas en todo el mundo. La Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF) organiza el Día Mundial de la Osteoporosis todos los años, el cual incluye campañas desarrolladas por sociedades nacionales de pacientes con osteoporosis de todo el mundo y actividades en más de 90 países.
La Osteoporosis es una enfermedad del metabolismo del hueso que se caracteriza por la disminución de la masa ósea y deterioro de la arquitectura ósea, que conducen a la fragilidad del hueso con un consecuente incremento del riesgo de fracturas. Prevenir esta enfermedad con el fortalecimiento óseo en edades tempranas puede reducir en un 50% el riesgo de padecer la enfermedad.
“Pará en la primera”: Tres mensajes clave:
1. Las fracturas por fragilidad no son un accidente
Cada año, millones de adultos mayores -en su mayoría- sufrirán una fractura de cadera devastadora como resultado de una caída simple desde su propia altura. Muchos millones más sufrirán fracturas de columna vertebral, muñeca, hombro y pelvis. Estas fracturas no son un accidente. Es probable que la osteoporosis sea la causa subyacente.
2. Las fracturas son señales de alerta: Una fractura conduce a otra
* Una persona que haya sufrido una fractura osteoporótica presenta el doble de probabilidades de sufrir una nueva fractura sino recibe un diagnóstico y tratamiento de osteoporosis.
* Aproximadamente la mitad de las personas que sufrió una fractura osteoporótica, tendrá otra, y el riesgo de nuevas fracturas aumentará exponencialmente después de cada nueva fractura.
* Una de cada cuatro mujeres que haya sufrido una fractura vertebral sufrirá una nueva fractura durante el año siguiente.
3. ¿Tienes más de 50 años y sufriste una fractura? Realiza los exámenes – Sigue el tratamiento
Si tienes 50 años de edad o más y sufriste una fractura, debes solicitar a tu médico que realice una evaluación clínica, incluida una densitometría ósea y, en caso de estar disponible, un análisis del riesgo de fractura. En base a los resultados, tu médico podrá recomendarte qué hacer para reducir tus probabilidades de sufrir nuevas fracturas en el futuro.

Pérdida de audición por las condiciones de trabajo

Tono, duración, manera en que se desarrolla y variación en el tiempo son las variables a tener en cuenta.
Varias enfermedades profesionales se deben a la pérdida de audición como consecuencias de las condiciones que existen en el lugar de trabajo.
Se estima que un porcentaje muy elevado de españoles, aproximadamente un 70%, padece niveles de ruido que superan el límite de ruido máximo aceptable. El límite que es concebido por científicos y profesionales sanitarios es de 65 decibelios. Cuando se supera este número, se considera al ruido como inaceptable.
La relación entre ruido y sonido es confusa. Para muchas personas lo que puede ser un sonido, es un ruido para otras. Imagínense en una disco; allí las personas aceptan sonidos con decibelios muy elevados, que son inaceptables para alguien que quiere descansar, en esta situación los niveles que se aceptan son más bajos.
Pero vayamos al punto de vista médico profesional. En este punto se considera ruido al sonido que puede producir pérdida de audición, siendo nocivo para la salud. Podemos nombrar algunas variables que se tienen en cuenta para este criterio donde los ruidos comienzan a ser nocivos para la salud:
* Tono
* Duración
* Manera en que se desarrolla
* Variación en el tiempo
Ahora vayamos al punto de vista legal. Aquí se considera que los efectos nocivos del ruido comienzan por encima de los 85 decibelios. En este límite es cuando entra en juego la legislación en cuanto a las medidas de protección ante estos elevados decibelios de ruido, más que a su eliminación.
Cuando en un trabajo se comienzan a conjugar las variables que hemos nombrado, se empieza a vislumbrar perjuicios para la salud de los trabajadores.

La exposición en el trabajo a elevados niveles de ruido
Muchas empresas mantienen actividades que superan los 80 decibelios, y si dicha actividad se prolonga en el tiempo, es decir que es constante la exposición al ruido, el trabajador que realiza esa actividad va dañando su oído, casi de una manera imperceptible. Y el resultado termina siendo una sordera, producto de un proceso en donde se fue perdiendo la audición.
La exposición en el trabajo a elevados niveles de ruido no solo ocasiona la pérdida de audición en el trabajador. Como consecuencia de esta disminución de la audición, la persona se ve afectada en sus relaciones sociales; no oye bien, no puede comunicarse como antes, necesita que le hablen de forma más elevada, etc.
Por ello, esta pérdida de audición en el trabajador, producto de su trabajo, le puede provocar problemas psicológicos (disminuye la capacidad de atención, concentración, disminuye la comunicación, se irrita más fácilmente, etc.), cardiovasculares y acústicos.
Entre los efectos adversos que se producen en el oído se encuentran:
* Hipoacusia sensorial permanente
* Fatiga auditiva
* Acufeno, zumbido de oídos
Las empresas deben tomar medidas de prevención para que los trabajadores no vean perjudicada la audición. De lo contrario, deberán reparar esa situación.

Osteopatía: Lo mejor de nosotros sale a defendernos

Las situaciones que nos dan miedo y nos inquietan nos obligan a adaptarnos a nuevas circunstancias: el campo está inundado, no nos alcanza la plata, tenemos un negocio y remamos con dificultades, hablamos con los vecinos y todos están preocupados.
Estas circunstancias nos hacen dormir mal, nos dan miedo, paralizan nuestros proyectos, “nos damos manija”.
La inteligencia es la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas. Necesitamos mirar con inteligencia lo que sucede y “nos” sucede. ¿Cómo podemos prepararnos para adaptarnos a estos cambios, a estas nuevas realidades?
Cuando hay problemas afuera es bueno estar sano, centrado, alerta y relajado a la vez, para poder atravesar los obstáculos que pone la vida como atletas entrenados para la competencia, la superación y los desafíos.
El tratamiento Osteopático estimula el buen funcionamiento de los sistemas naturales de auto-reparación y regulación de nuestro cuerpo. Aflojando las tensiones en la red, el cuerpo recupera sus propias potencia y energía. El tejido conectivo (que envuelve todo de diferentes maneras en el cuerpo) se vuelve elástico, móvil, lubricado, evitando bloqueos e inflamaciones.
Así, estamos más cuidados por nuestros propios sistemas naturales, aumentamos nuestras defensas, tenemos más capacidad de adaptación y somos más receptivos. Lo mejor de nosotros sale a defendernos, nos ubicamos en nuestro centro, nos alineamos con la vida, encontramos el equilibrio.
Nada llega para quedarse. Ni lo malo, ni lo bueno. La vida es cíclica. La clave es poder transitar cada fase enteros, centrados, sanos, con la fuerza y entereza necesarias y sabiendo que siempre podemos recurrir a manos que ayudan.

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