Archivo mensual: septiembre 2012

Bournout: violencia laboral, legislación insuficiente

El Síndrome de Bournout (o del quemado) se manifiesta cada vez más en distintos ámbitos de las actividades de una sociedad donde el éxito, la inmediatez, la lógica del mercado y las obligaciones, exigen cada vez más al trabajador.
El Bournout comenzó a evaluarse en situaciones de trabajadores sometidos a gran estrés, como los shock room de los hospitales. Después fueron los docentes en pésimas condiciones laborales, y luego se fueron estudiando y evaluando otras actividades.
A pesar del crecimiento de los padecimientos, los resortes institucionales tardan en reaccionar. La legislación acerca de la violencia laboral empieza a aparecer en el país, lo tiene la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y nuestra Provincia de Buenos Aires (Ley 13.168), donde el Bournout ha de quedar comprendido. Sin embargo, cuestiones como el acoso laboral no son reconocidas dentro de una legislación nacional.
Sobre el Bournout exise un antecedente que sienta jurisprudencia. En la Cámara Laboral de Bariloche se consideró que una trabajadora, Lidia Maldonado, padecía Bournout, considera como enfermedad laboral, obligando a la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) a cubrir sus gastos médicos.
Maldonado, de 42 años de edad, trabajó durante dieciocho años con casos de violencia familiar, abuso sexual, asistencia de internos. Se ha establecido que el Bournout puede aumentar el nivel de glucosa en sangre, lípidos e hipertensión arterial y con el tiempo aumentar el riesgo de infarto al miocardio y accidentes cerebrovasculares. La justicia vinculó la aparición de esos síntomas con el Bournout.
El estrés crónico del bournout conlleva agotamiento emocional, despersonalizando al individuo, provocando baja realización individual en su producción laboral, iniciando una faz de robotización, perdiendo los objetivos de realización personal, cosificando las mismas relaciones laborales. También se manifiestan como síntomas del diagnóstico las dificultades para dormir, problemas de digestión, problemas sexuales, durezas en el cuello y dolores de cabeza en el trabajo.
La falta de comodidad o elementos necesarios para la tarea cotidiana, la contaminación acústica y el trabajo en turnos rotativos constituyen factores necesarios mínimos para que sean disparadores del buornout.
“El burnout ya es un grave problema de salud pública pero no es atendido como tal”, definió la psiquiatra Elsa Wolfberg, especialista en medicina del trabajo. “Por un lado, es un problema para el trabajador, que no sólo pierde la motivación y la capacidad de responder a las exigencias del trabajo sino que ve afectada toda su vida social. En su casa está irritado, le molesta todo y hasta deja de cuidar a sus seres queridos. En su trabajo, además, se rodea de colegas en la misma situación, por lo que se generan ambientes muy tensos. Pero también es un problema para las empresas porque estos empleados son menos competentes, eficientes y faltan más. Sólo si se empieza a tratar al burnout como una enfermedad laboral se podrá diagnosticar y prevenir”, sostuvo.
La lógica empresarial atenta contra ese reconocimiento. Según los psiquiatras, incluirlo como enfermedad laboral significará que tanto las empresas como el sistema de salud deberán hacerse responsables de que algunos trabajadores se enfermen.

Demasiado ruido causa daño

La pérdida de audición inducida por ruido ocurre cuando las células ciliadas auditivas, las células sensoriales del oído interno sufren lesiones provocadas por la exposición a sonidos demasiado fuertes durante un tiempo prolongado. Pero ¿cuando el ruido es demasiado ruido? Y ¿cuándo empieza el ruido a causar daño?.
Las respuestas están relacionadas: cuanto más fuerte sea el sonido, menos tiempo tardará en causar una pérdida auditiva.

¿Cómo se mide el sonido?
El sonido se mide en unidades llamadas decibeles o decibelios. Los decibeles se comienzan a medir en cero que corresponde casi a un silencio total y es el sonido más débil que nuestros oídos pueden notar. Para que tenga una idea, un susurro (secreto) mide 30 decibeles y una conversación normal mide 60 decibeles. En decibeles un incremento de 10 significa que el sonido es 10 veces más intenso o potente. Esto es 10 veces más fuerte para el oído. El sonido de la sirena de la ambulancia mide 120 decibeles. Los sonidos que llegan a 120 decibeles causan dolor de oídos cuando estamos muy cerca de ellos.
Los científicos consideran que, dependiendo del tipo de ruido, la intensidad o fuerza misma de las vibraciones causadas por los altos niveles de decibeles pueden provocar pérdida de audición. Estudios recientes también demuestran que estar expuestos a niveles de ruido dañinos desencadena la formación de moléculas en el interior del oído que lesionan las células ciliadas auditivas. Estas moléculas destructivas juegan un papel importante en la pérdida de audición que sufren en niños y adultos que escuchan ruidos fuertes durante mucho tiempo.

¿Cómo la duración del sonido aumenta el riesgo de tener pérdida de audición inducida por el ruido?
La pérdida de audición inducida por el ruido está relacionada con el nivel de decibeles de un sonido y por cuánto tiempo estamos expuestos a éste. La distancia entre nosotros y la fuente de sonido también es importante. Los sonidos se hacen más fuertes a medida que nos acercamos a la fuente y más débiles a medida que nos alejamos de ella. Al estar lejos del sonido, su intensidad y la posibilidad de provocar daños son mucho menores. Además, el impacto del ruido se va acumulando a lo largo de la vida. Si usted está expuesto a sonidos fuertes regularmente, con el paso de los años se acumula el riesgo de tener lesiones permanentes.
La pérdida de audición inducida por el ruido también tiene que ver con los genes de la persona. Algunas personas son más propensas que otras a la pérdida de audición inducida por el ruido cuando escuchan ciertos sonidos. Los científicos están investigando como determinar quien corre un riesgo mayor de pérdida de audición inducida por el ruido y quien corre menor riesgo. Por esta razón, todos debemos proteger nuestra capacidad auditiva cuando estamos expuestos a ruidos fuertes.
Los investigadores que estudian la pérdida de audición en el trabajo han hallado que una persona que está expuesta a niveles de ruido de 85 decibeles o más o un período de tiempo prolongado corre el riesgo de sufrir pérdida de audición.
Hoy en día muchos aparatos que usan los niños tienen niveles de ruido muy por encima de 85 decibeles. Por ejemplo, un reproductor de música MP3 tiene un nivel máximo de cerca de 105 decibeles. Ese nivel es 100 veces más intenso que los 85 decibeles. Los científicos recomiendan que no se exponga a sonidos mayores de 100 decibeles por más de 15 minutos sin tener protectores de oídos. Además la exposición constante a sonidos de 110 decibeles por más de un minuto sin protección aumenta el riesgo de pérdida permanente de audición.

¿Cómo puedo disminuir la posibilidad de la pérdida de audición inducida por ruido?
Sus oídos pueden ser el mejor sistema de alerta sobre ruidos que podrían llegar a ser peligrosos. El ruido es demasiado fuerte cuando:
* Usted tiene que alzar la voz para que alguien que está cerca lo escuche.
* Causa dolor de oídos, se desarrolla un zumbido o silbido en los oídos, así sea temporalmente.
* No escucha como normalmente lo hace, sino varias horas después de alejarse del ruido.
* Protéjase si está cerca de ruidos que activan su sistema de alerta.

Para evitar la pérdida de audición inducida por el ruido:
* Use protectores de oídos, ya sea tapones u orejeras.
* Aléjese de la fuente de ruido.
* Baje el volumen.

Un negocio que afecta a la Salud Visual

¿Por que algunas personas siguen comprando sus anteojos de lectura y de sol fuera de las ópticas?. Porque no cuentan con la información necesaria a la hora de evaluar el riesgo que corre su salud visual frente a la tentación de los precios bajos que ofrecen los puestos callejeros.
Lo que realmente marca la diferencia entre comprar un anteojo en la calle o dentro de una óptica es el trabajo del profesional, que tiene la capacitación que le permite brindar un verdadero servicio e informar cual es el lente adecuado para cada patología que se presenta.
Los anteojos que se venden en la calle copian solamente la estética de las grandes marcas pero no siguen sus rigurosas pruebas de calidad.
La realidad es que muchos présbitas, sobre todo quienes no fueron usuarios de anteojos durante su juventud, recurren a los pregraduados cuando empiezan a necesitar ayuda para leer.
En principio, cada lente tiene su graduación (la mayoría de las personas necesita aumentos distintos en cada ojo) a diferencia del anteojo pregraduado. Por otra parte mucha gente compra en cualquier negocio sin receta, no tiene en cuenta sus dioptrías y simplemente hace una prueba de lectura. La consecuencia masiva es que se elige un anteojo con graduación superior a la necesaria. Esto implica que esta persona acorte su distancia focal (la adecuada es 33 cm o 40 cm dependiendo del cartel de prueba) y se acostumbre a ella. Como resultado se distorsiona la imagen y pueden aparecer mareos. Por último el anteojo pregraduado tiene un centrado óptico estándar, pero cada persona necesita el centrado personalizado, sobre todo para dioptrías altas y su falta produce un efecto prismático.
Además los présbitas muchas veces tienen un astigmatismo asociado y los pregraduados no tienen la corrección para esta ametropía.
Los cristales que se usan son prearmados y al no estar tallados pueden producir aberraciones y deformaciones.
El anteojo es producto de una consulta médica oftalmológica en la cual debe haber examen clínico, fondo de ojo y toma de presión ocular para expedir la receta. El paciente puede tener enfermedades que lo lleven a la ceguera si nadie lo trata porque compra sus anteojos sin hacer una consulta. En efecto, solamente en una consulta médica se detectan patologías como la catarata, el glaucoma (aumento de la presión del líquido del interior del ojo con lesión progresiva del nervio óptico), las maculopatías (lesiones de la retina que provocan pérdida de la visión) o un desprendimiento de retina. Cuando estos problemas se descubren a tiempo, el paciente puede empezar el tratamiento adecuado para corregirlos o detener su avance.

Escultura Labial: una alternativa en la estética odontológica

Los tratamientos odontológicos estéticos basados en el uso de implantes y rellenos se imponen en el mundo de la estética facial porque permiten obtener un volumen y tensión que generan un aspecto jovial con técnicas mínimamente invasivas. Uno de los procedimientos más utilizados y que actualmente comienza a difundirse en la odontología, es el uso de rellenos reabsorbibles y biocompatibles, mediante la aplicación de Acido Hialuronico(AH), que es la mejor elección para dar aumento del volumen de los labios y rellenar las arrugas estéticas.
El Ácido Hialurónico es un polisacárido que se encuentra en distintas zonas del cuerpo, en la piel aporta hidratación gracias a la capacidad de atrae moléculas de agua (hidrofilia). Cuando se inyecta en forma de gel, se une con el agua y proporciona volumen, llena fácilmente grandes pliegues peri oral, permite perfilar los labios y reducir las líneas de expresión, lo que conlleva un aspecto rejuvenecido, natural y suave.
El Acido Hialuronico sintético es el relleno facial preferido por su perfil de seguridad, versatilidad y facilidad de aplicación. Posee pocas probabilidades de generar alergias, y otorga resultados estéticos superiores. Es un producto que permite correcciones futuras y entrega seguridad. Su aplicación se hace en la capa dérmica de la piel con una aguja pequeña, en ciertos puntos y trayectos perfectamente definidos de la región labial, tanto superior como inferior y en zona retrolabial. Se puede realizar por técnica de abanico, en secuencia de gotas o lineal; luego se masajea la zona para distribuir la sustancia homogéneamente e impedir la formación de nódulos o irregularidades. Los resultados se hacen visibles de inmediato y duran aproximadamente 9 a 12 meses.
Ciertamente, el conocimiento de la técnica, la utilización de productos seguros y la compresión de la anatomía y fisiología por parte de un profesional de la medicina garantizan un procedimiento responsable y adecuado. Para aplicar el Ácido Hialurónico sólo están autorizados los médicos cirujanos y dentistas que han recibido instrucción. Es más, estas técnicas sólo se pueden realizar en recintos autorizados como lo son las consultas médicas y dentales. El conocimiento del recorrido de los nervios por el territorio máxilo facial nos permite a los odontólogos reducir al mínimo cualquier molestia, mediante la utilización de técnicas anestésicas previas a la inyección del producto.
El código sanitario faculta a los Cirujano Dentistas para prestar atenciones odonto-estomatológicas. Odonto se refiere al estudio de los dientes y todas las estructuras anatómicas que lo rodean (encías, hueso, etc.). Se entiende por Estomatología al estudio de todas aquellas zonas relacionadas con la cavidad oral, es decir todas aquellas que ayudan a su funcionamiento, en armonía (músculos de la cara, cuello, nervios, articulaciones, etc.).Los odontólogos durante toda nuestra formación y práctica profesional convivimos con la anatomía de cabeza y cuello, con el recorrido de arterias, venas, vasos linfáticos y nervios. Tomamos biopsias de lesiones peri-bucales e intraorales cuando sospechamos de un comportamiento maligno. Debemos manejar la difusión de procesos infecciosos en el territorio oral y máxilo facial (cara). Tratamos patologías dentarias, periodontales (encías), musculares y articulares (trastornos témporo-mandibulares), además a lo largo de los años desarrollamos una habilidad manual milimétrica y un sentido de la estética intraoral y peri-bucal único.
Es un tratamiento simple, y a la par excelente, que proporciona una satisfacción justificada en la mayoría de los casos. Puede modularse y adaptarse perfectamente a todos los pacientes y situaciones, porque permite agrandar, perfilar, evertir, uno o ambos labios o toda la región labial. Así mismo la remodelación permite completar la actuación y eficacia de otros procedimientos en el caso de las tan frecuentes arrugas en los labios (envejecimiento o expresión). Piénsese que en los labios se concentra una gran parte de la sensualidad y expresión de un rostro.

Los grandes temas de la niñez

Quino y su Mafalda jugaron una vez con el tema, padres e hijos se reciben el mismo día, en ese hacer camino al andar, muchas son las dudas a las que todos nos sometemos. La ciencia y las profesiones han avanzado abiertamente sobre los temas que podemos definir como los grandes temas de la niñez. No hay certidumbres, pero sí ventanas de abordaje. La licenciada María Emilia Rodríguez acepta el convite de Medicina & Sociedad para ir abordando algunas de esas cuestiones.
La psicóloga comienza con una afirmación, “decir siempre la verdad”, asegura antes de avanzar sobre otros temas. En la relación entre el mundo de los adultos y de los chicos, Rodríguez sostiene que la verdad no se expresa “si conviene o no, es la columna vertebral de todas las cuestiones. Obviamente la verdad acorde a la etapa evolutiva en que el niño está; la verdad es una sola, pero hay muchas formas de transmitirlas”.

El divorcio y esas cuestiones de los grandes
A modo de ejemplo explica que ante una separación o un divorcio se actuará “de acuerdo a la edad y cómo se haya llegado a esa separación”, de allí será “la forma en que se puede hablar con el chico, pero siempre, lo importante es decir. Lo que no se dice, el niño lo vivencia y no puede significarlo, porque si no hay nadie que le esté informando, orientando y diciendo qué es lo que está pasando”. Caso contrario, “puede recurrir a la fantasía y construir algo que no es real, hasta que aparezca el conflicto”.
Según la profesional, ante la ausencia de las respuestas, el niño las va a crear. “Cuando un chico pregunta es porque necesita respuestas; también hay que entender que no hay que adelantarlas, si un chico no pregunta, es porque no necesita saber todavía. Pero cuando el tiempo pasa y el niño no pregunta, puede ser que sea porque no está circulando la palabra como para preguntar; o cuando ha preguntado una o dos veces y se encuentra con el de eso no se habla, y no pregunta más. Si quiere saber por qué se separó la pareja, la respuesta es no importa, nos separamos”.
En esos casos de separaciones en la pareja, Rodríguez enfatiza la necesidad de plantear la verdad. Sostiene que “a veces no se le puede plantear a un chico una cuestión de infidelidad, pero si es un hecho consumado y evidente, se le puede decir que antes papá y mamá se querían mucho, pero uno de ellos conoció a otra persona, y eso es porque ya no nos queremos más como pareja, pero sí como personas. Todo eso se puede decir más allá de lo que uno sienta en esa situación. Una cosa es la pareja y otra son los hijos, hay que saber diferenciar al momento de hablar con ellos, los enfrentamientos que pudieran preexistir. Generalmente aparecen esas rivalidades, y los chicos terminan siendo un caballito de batalla. Por eso hay que decir la verdad, siempre toman algun elemento por el que pueden ver su realidad, la que se puede ver a través de su pensamiento mágico infantil y va a armar una fantasía, una realidad a media o verdad equivocada, que es una mentira”.

Sin fórmulas para la verdad
Rodríguez es clara, “no hay una forma de decir las cosas; hay una forma ideal, pero no siempre alcanzable. ¿Cómo transmitir un divorcio? Lo ideal es que se siente la pareja parental a hablar con el niño, que preparen el clima para poder conversar. A veces no es posible, porque el clima no es el ideal, entonces es uno de los padres el que habla, pero siempre evitando culpabilizar”, aunque efectivamente lo haya. Salvando esa situación, “ya llegará el momento en que él mismo saque sus propias conclusiones, y con elementos de la realidad adecuados a su edad pueda entender ciertas cuestiones”.
Ante las situaciones abordadas, siempre “responder todas las preguntas. Si en casa hay un ámbito donde circula la palabra y las cosas son dichas, el niño tiene la posibilidad de poder preguntar y de sacarse los interrogantes. Si no lo dice, las preguntas siguen estando, y las respuestas las debe sacar de algún lado, sin el diálogo y la comunicación, las puede responder desde lo equivocado. En una separación suele aparecer la confrontación, la culpabilidad, uno como adulto debe saber que al niño no lo beneficia esto de decir tu papá tiene la culpa o no me pasa la plata. Buscar que los régimenes de visita sean abiertos y flexibles, escuchar al niño, dónde y cómo quiere estar, de acuerdo a las posibilidades y respondiendo a los límites.
Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratón Pérez… y el rol de educar con el ejemplo
Hay temas propios de la fantasía y la ilusión que cuestan el abordaje de parte de los padres, como Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratón Pérez… ¿Cómo actuar en esas situaciones?
La psicóloga sentencia que se trata de “mitos de nuestra cultura occidental. Los Reyes derivan de la cultura religiosa, pero se han ido transformando desde otro lugar, más comercial. Papá Noel se viste de rojo de los años 30, con una propaganda de Coca, aunque hay muchos orígenes; así quedó instalado. Si está bien o mal tiene que ver con la cultura y la religión de cada familia, hoy está muy asociado a los regalos. Eso queda a criterio de cada familia, y a mi criterio considero no hay algo pernicioso en generarle a los chicos la expectativa y la ilusión que esas cosas existen. Eso tiene que ver con ese pensamiento mágico infantil, que recién empieza a decaer cerca de los seis años, y es entonces donde las variables de tiempo y espacio harán lo suyo para que el chico comience a cuestionar que Papá Noel no puede estar acá y en Europa al mismo tiempo”.
Pero inexorablemente llegará ese momento en que la pregunta ha sido inevitable, cuando el niño desea confirmar lo que ya supone. Rodríguez enfatiza que “hay que decirle la verdad, a los adultos nos puede doler más que a los chicos. Ya están preparados; un niño de tres años no tendrá dudas de la existencia de esos “héroes”, porque su pensamiento mágico así lo determina. Pero cuando crecen, y se dan cuenta que no le dijiste, observan una mentira”.
La profesional es tajante: “nada educa más que el ejemplo, los niños aprenden por imitación, entonces los padres somos los primeros grandes modelos identificatorios. Así, si predicamos ciertas cuestiones y no hacemos lo mismo; la mentira es una de ellas. Por eso es fundamental la verdad, siempre”.