La vida cotidiana de una pérdida auditiva

En muchos aspectos, la vida cotidiana de las personas con pérdidas auditivas es idéntica a la de las personas con una audición normal. El día tiene su ritmo propio, con quehaceres, citas y tareas. De vez en cuando, uno tiene mucha energía, mientras que otras veces, uno se puede sentir cansado.

La diferencia es que, para las personas con pérdidas auditivas, el comunicar con el resto del mundo requiere que hagan un esfuerzo extraordinario. Esto se debe a los esfuerzos adicionales que tiene que hacer la persona para poder oír lo que se dice.

Además, hay que aprender a vivir con los prejuicios que imperan en la sociedad sobre las pérdidas auditivas. Ambos aspectos hacen que el tener una pérdida auditiva sea exigente, tanto para el cuerpo como para el espíritu.
Por ello, es natural que las personas con pérdidas auditivas se tropiecen con problemas que es necesario solucionar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que siempre será más fácil solucionar un problema cuando la persona que lo tiene lo admite y cuando explica a las personas que le rodean qué pueden hacer para ayudarle.

Si puede, utilice un intérprete

A menudo, podría ser una buena idea – tanto para la persona con una pérdida auditiva, como para las que le rodean – obtener la ayuda de un profesional, para que no siempre tengan que ser los familiares o amigos los que se encarguen de ayudar.

Sus propias reacciones

Las pérdidas auditivas son un fenómeno muy común. Aproximadamente el 10% de la población mundial tiene una audición reducida.

Los audífonos digitales pueden ayudar a las personas con pérdidas auditivas a oír mejor. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que la habilidad de comunicar sin problemas con el resto del mundo no es igual que la de las personas con una audición normal.

Los esfuerzos adicionales necesarios que conlleva el tener una pérdida auditiva, en combinación con las reacciones propias y ajenas a la pérdida auditiva, pueden ser exigentes física y mentalmente.

Por ello, es muy normal que las pérdidas auditivas resulten en una serie de problemas psíquicos. En algunos casos, estos problemas pueden acabar convirtiéndose en crisis personales de mayor o menor importancia, si no se hace nada para solucionarlos.

En nuestro diccionario podrá leer más sobre las reacciones emocionales hacia las pérdidas auditivas y cómo enfrentarse a estas emociones del mejor modo posible.

Lea sobre los sentimientos típicos, como por ejemplo: el aislamiento, la vergüenza, la culpa y la depresión.

El que manda es usted

Las pérdidas auditivas son precisamente eso: pérdidas, y conllevan limitaciones. Pero, aunque le pueda resultar difícil, deberá asegurarse de que dicha pérdida no acabe controlando toda su vida. Los esfuerzos para oír requieren gran parte de la energía diaria de la persona.

La tensión muscular

Los esfuerzos para oír que tienen que hacer las personas con pérdidas auditivas podrían resultar en tensión muscular en la nuca y el cuello.

Sea franco y explique que tiene una pérdida auditiva

El ser franco y explicar a las personas que le rodean que tiene una pérdida auditiva será beneficioso para Ud. No intente ocultar que su audición no es normal. Para que las personas que le rodean puedan ayudarle y mostrar consideración, es necesario que sepan que Ud. no oye bien.

Pida ayuda en situaciones de escucha difíciles – seleccione unas personas en las que Ud. confíe, tanto en su vida privada, como en el trabajo, para que éstas le puedan ayudar.

Los grupos de autoayuda

La participación en grupos de autoayuda representan una buena alternativa para facilitar la vida con una pérdida auditiva, ya que el hablar con otras personas que hayan tenido las mismas experiencias que uno mismo, puede contribuir a reforzar la autoestima.

Ud. y las personas que le rodean

El que la comunicación sea un éxito es una responsabilidad común, incluso en los casos en los que ésta tenga lugar entre personas con una audición normal y personas con pérdidas auditivas.

Por ello, si Ud. tiene una pérdida auditiva, hay varias cosas que podrá hacer para ayudar a las personas que le rodean a que le apoyen lo mejor posible. Un buen punto de partida sería que Ud. sea franco sobre su pérdida auditiva y que informe a las personas que le rodean de sus necesidades de audición. De este modo, participará activamente en la lucha contra algunos de los prejuicios que existen en relación con las pérdidas auditivas. Con frecuencia, el problema es que las personas con una audición normal no tienen conocimientos suficientes sobre qué significa tener una pérdida auditiva y cómo pueden ayudarle del mejor modo posible.

Siga preguntando hasta estar seguro

Sería una buena idea preguntar, para que así pueda Ud. estar seguro del tema de conversación. El mejor modo de evitar malentendidos es asegurarse de que uno haya entendido lo que se ha dicho. Para ello, lo mejor es hacer preguntas. Las personas con una audición normal también preguntan si no entienden lo que se dice.

Por otra parte, las personas con una audición normal podrían ayudarle con palabras clave para que Ud. pueda participar en la conversación, ya que dichas palabras contribuyen a facilitar la comprensión.

Reúnase con personas que conozcan sus problemas

Las personas con pérdidas auditivas pueden ayudarse mutuamente. Sería una buena idea compartir experiencias y consejos con otras personas que conozcan los problemas por sí mismas. Ud. tiene derecho a poder entender lo que se dice.

 

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