- Es insultada y despreciada, en solitario o delante de sus hijos, o de otras personas, en ocasiones incluso en la calle delante de desconocidos.
- Se le niega tener dinero, del que se considera propio de la familia.
- Se le impide trabajar o estudiar (para que no avance, no tenga ambiciones de aprender, ni progrese…).
- Se le aleja de su familia y amigos.
- No se le permite salir (como si el otro miembro de la pareja debiera darle permiso para ello, y no fuera libre para decidir por sí misma).
- Se le empuja, hiere, golpea, acuchilla, quema … (se le hiere físicamente).
- Se le exige que esté del humor que él desea, olvidando los propios sentimientos de la mujer.
- No se le escucha, ni se tiene en cuenta su opinión.
- Es obligada a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.
- Se le culpa de todo lo que ocurre en la casa, en la familia, en la pareja …
- Se le trata como a una niña pequeña o como a una «inválida».
- Se le exige que sea «adivina» (que conozca los deseos, pensamientos, interpretaciones de su pareja, e incluso que busque satisfacer éstos aún siendo contrarios a los propios deseos de la mujer, y sin llegar a considerar los de ella).
Características de la mujer víctima de la violencia
- Miedo a denunciar.
- Sufre depresión.
- Crisis de ansiedad frecuentes.
- Autoestima baja.
- Dolores de cabeza continuos sin causa física
- Trastornos de la alimentación
- Se cree culpable de lo que ocurre a su alrededor.
- Se siente incapaz de tomar decisiones
- Siente impotencia para salir de la situación de violencia.
Cuando se deja de ser víctima de la violencia de género se logra:
- Dejar atrás el miedo y el peligro (psíquico/físico de vivir en una relación de éste tipo, para la mujer)
- Valorarse a sí misma
- Recuperar la salud y el equilibrio
- Terminar con los abusos y las humillaciones
- Disponer de tiempo, dinero, deseos, aspiraciones del propio cuerpo y del hogar
- Recobrar la confianza en una misma
- Volver a tener familia y amistades
- l Ser independiente y autónoma
- l Sentirse persona